¿ En donde naciste?
Nací en Montevideo, adonde hice toda mi formación, escuela y liceo. Ahí fue donde conocí a uno de los primeros maestros, Pepe Montes que fue discípulo de Augusto Torres, Gurvich y otros que también fueron alumnos de Joaquín Torres García.
Cuando ya entré en la escuela de Bellas Artes, fui discípulo de Anhelo Hernández.
Bien ¿y en qué momento sientes verdaderamente que tu vocación, iba ser la pintura?
Cuando comencé mi curso con Pepe Montes, yo no tenía ningún tipo de preparación previa, no tenía una tradición familiar relacionada con el arte. Pero lo que sí comenzó de alguna manera a llamarme la atención en el mundo del arte, fue en primera instancia, cuando yo iba a la casa de Pepe Montes porque estudiaba con su hijo, en la época de bachillerato. Entraba a esa casa en la que había cosas, objetos extraños para mí. Era una serie de obras relacionadas con el taller Torres García. Eso me llamaba poderosamente la atención. Y veía allí un gran misterio. A partir de esa instancia comienzo mis clases con Pepe Montes. Él era un maestro que en cada clase, abría una nueva ventana al mundo.
Y cada clase era, para mí, un gran aprendizaje. A partir de ese momento sentí que había algo. Y era una persona muy culta de educación completamente distinta a la que yo siempre había tenido. Y creo que desde ese momento, ya comencé a tener un nexo con el mundo del arte. Que luego se fue profundizando con los estudios del conocimiento que uno va teniendo. Pero de alguna manera en el comienzo fue una relación espiritual que tuve con el arte.